A mal entendedor…


Pancha plancha con tres planchas, ¿con cuántas planchas plancha Pancha? Pancha plancha con tres planchas

Recita este sencillo trabalenguas. Es bastante probable que se te trabe la lengua (valga la redundancia), y que notes cierta incapacidad para hablar de esa forma. Ahora trata de imaginarte eso durante el resto de tu vida, e incluso más grave. Sé que suena completamente desesperante, pero si eres capaz de imaginarlo, te harás una idea de lo que es la afasia.

Es bastante probable que tengáis una idea de lo que este transtorno representa mejor que la que os proporcionaría una definición, pero «para los de la LOGSE», la afasia es la «pérdida o trastorno de la capacidad del habla debida a una lesión en las áreas del lenguaje de la corteza cerebral» (Diccionario de la Real Academia, vigésimo segunda edición).

Remontémonos ahora a una lluviosa tarde del siglo XIX, concretamente entre los años 1860-1870. Conozcamos a dos importantes neurocientíficos: Paul Pierre Broca y Karl Wernicke. Cuenta la historia que estos neurólogos, al encontrarse a varios pacientes con dificultades del habla, identificaron zonas dañadas del cerebro que estos pacientes tenían en común, y a las que se les asoció las funciones del habla. Por su aporte a la comunidad científica, recibieron el máximo honor: ser maldecidos por generaciones de estudiantes que tratan con dificultades de memorizar sus nombres. Y aquí empieza la historia de este curioso transtorno.

Esquema básico del funcionamiento neurológico del cerebro

Para explicar este transtorno, que menos que ofrecer un sencillo esquema del proceso neurológico del lenguaje. En este participan las siguientes estructuras cerebrales:

– Área de Broca. Involucrada en la producción del lenguaje.
– Área de Wernicke. Involucrada en la comprensión y procesamiento auditivo del lenguaje.
– Fascículo arqueado. Haz de fibras nerviosas que conecta las dos anteriores.
– Córtex motor. Movimiento de músculos relacionados con la emisión del lenguaje.
– Nervio XII o hipogloso. Encargado de conectar el cerebro con la lengua. Pasa a través del canal hipogloso.

En teoría, el proceso lingüistico se produce así:

1.- El área de Wernicke procesa el mensaje lingüistico captado, y a través del fascículo arqueado transmite el mensaje al área de Broca.
2.- El área de Broca procesa una respuesta lingüistica y la transmite.
3.- El córtex motor y el nervio XII ponen en funcionamiento el cuerpo para emitir el mensaje (mediante el movimiento muscular y de la lengua)

Causas de la afasia

Vale, ya sabemos cómo se procesa el lenguaje en el cerebro. Bien… ¿qué zona del cerebro debes dañar para producir afasia? Si dañas el área de Broca, esto producirá incapacidad de producir mensajes lingüisticos orales (afasia de Broca o motora). Si dañas el nervio XII, también habrá ciertos problemas para producir mensajes lingüisticos orales. Y si dañas la corteza motora, bueno, digamos que la afasia no será el mayor de tus problemas…

Es así de brillantemente sencillo: se produce un daño en una de las citadas estructuras cerebrales, y sufres afasia (posiblemente junto a otros transtornos). Hay múltiples formas de producir ese daño cerebral: traumatismos, tumores cerebrales, infecciones en el encéfalo, o un accidente cerebrovascular (popularizado como ictus), la causa más común, especialmente cuando se trata de un ictus isquémico (oclusión del vaso sanguíneo).

Tipos de afasia

Vamos a analizar los dos tipos de afasia más comunes: la afasia de Broca y la afasia de Wernicke.

– Afasia de Broca

Se produce por una lesión del área de Broca. Se produce un importante déficit en la expresión lingüistica, aunque se conserva parte de la comprensión. El afectado tiene problemas para escoger y articular las palabras, y es consciente de esto. Básicamente, la perorata no guardaría grandes diferencias con un telegrama. En ocasiones se acompaña de otros transtornos neurológicos similares (problemas con la lectura/escritura, con el tono de voz, etc…).

– Afasia de Wernicke

Se produce por una lesión del área de Wernicke. En este tipo de afasia, el individuo no tiene ningún problema para articular palabras; en cambio, tiene un grave problema de comprensión de mensajes lingüisticos, y las respuestas que devuelve serían dignas del Sombrerero Loco: un absoluto maremagnum de palabras sin sentido. Una cosa muy curiosa es que, como el paciente es incapaz de entender cualquier mensaje lingüistico que oye, tampoco es consciente de lo extraño en sus propias respuestas. Este desconocimiento de la propia enfermedad se denomina anosognosia, y hablaremos de ello en próximos artículos.

Tratamiento de la afasia

El tratamiento de la afasia depende muchos factores. En ocasiones, el paciente se recuperará de su afección sin tratamiento. Dependiendo de la causa de la afasia, se puede aplicar neurocirugía para solucionar el problema.

Sin embargo, en muchos casos no se puede arreglar el daño cerebral que se ha producido. En estos casos, se aplican diferentes terapias, similares a la logopedia, en las que se le enseña al individuo, o bien a usar un mínimo de sus capacidades (comunicarse con frases, cortas, etc…), o bien a que utilice el resto de sus capacidades de comunicación.

Existen ciertos grupos de apoyo para los afectados por la afasia. Si tenéis curiosidad, os recomiendo curiosear en la web http://www.afasia.org/

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Este artículo participa en el XVI Carnaval de Biología, que organiza El Blog Falsable

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